El Mensaje Olvidado: Volviendo al Amor de Dios y al Prójimo

El mensaje más importante de la Biblia, el corazón del cristianismo, a menudo se resume en una sola palabra: AMOR. Sin embargo, lamentablemente, este principio fundamental parece haberse quedado relegado en la vida de muchos creyentes.

David Vigil

11/27/20252 min read

El Mensaje Olvidado: Volviendo al Amor de Dios y al Prójimo

El mensaje más importante de la Biblia, el corazón del cristianismo, a menudo se resume en una sola palabra: AMOR. Sin embargo, lamentablemente, este principio fundamental parece haberse quedado relegado en la vida de muchos creyentes. Nos hemos enfocado en doctrinas, rituales y reglas, y hemos dejado de lado la esencia: el amor incondicional.

¿Por Qué el Amor se Ha Dejado de Lado?

Es un hecho que las estadísticas muestran que no hay diferencias significativas en la moralidad entre las personas que se identifican como ateas y las que son creyentes religiosos. Si el cristianismo se basa en la enseñanza de Jesús, que es amor, ¿por qué no se refleja esto en la práctica?

La respuesta es clara y sencilla: porque no practicamos ni enseñamos el mensaje en su plenitud.

Jesús dejó en claro que la obediencia y el amor van de la mano. Él nos dijo:

“Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.” (Juan 15:9-10)

El Mandamiento Mayor: Dios y el Prójimo

El núcleo de la vida cristiana se basa en dos grandes mandamientos que encapsulan toda la ley y los profetas. Jesús lo resumió perfectamente:

  1. Amar a Dios sobre todas las cosas (Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente — Mateo 22:37)

  2. Amar a tu prójimo como a ti mismo (Ama a tu prójimo como a ti mismo — Gálatas 5:14)

Es crucial notar que el primer mandamiento, "AMA A DIOS", es la base. ¿Por qué? Porque Él te amó primero. Es Su amor inmerecido lo que nos capacita y nos impulsa a amar a los demás.

El segundo mandamiento, "AMA A TU PRÓJIMO", es el resultado visible de ese primer amor. Si realmente amamos a Dios, demostraremos ese amor practicando el mandamiento más difícil, pero más transformador: amar a nuestros enemigos:
“Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen.” (Mateo 5:44)

La Señal del Verdadero Discípulo

Jesús dejó un mandato nuevo y una señal inconfundible para reconocer a Sus seguidores. Es a través del amor mutuo que el mundo entero conocerá al Dios que servimos.

“Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros.” (Juan 13:34)

“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos a los otros.” (Juan 13:35)

El verdadero avivamiento y el movimiento que necesita la iglesia no es un cambio de forma o estructura, sino un retorno radical a la práctica del amor en todas nuestras interacciones. Es tiempo de vivir el mensaje, no solo de proclamarlo.

El movimiento GOD & NEIGHBOR nos recuerda esto: ...porque no hay mandamiento mayor que estos.